top of page

Bluesman.

 

-Fuiste a ver al chico?
-¿Al chico?¿Qué chico?
-El chico... el chico flaco que tocaba la guitarra... el del tatuaje del demonio con bigote en el antebrazo.
-Si. Joder. Una auténtica lástima. No hace ni un puto mes. En el garito de Rápido Sally. Hice allí el descanso del camión de puta casualidad. Qué buen directo, joder.
-Si te digo la verdad, nunca llegué a verle tocar. Yo sólo... había escuchado cosas.
-Puedo asegurarte que se quedaban cortas. Las cosas que escuchaste, quiero decir. Te aseguro que ver tocar al puto crío era como acariciar el cielo sucio de septiembre sobre el delta. El cabronazo derramaba el pantano sobre tu alma a cada nota. Te digo que el puto Hound Dog Taylor se habría hecho dos pajas acariciándose el escroto con el sexto dedo de la izquierda durante el primer solo del chaval. En fin, una pena.
-Dicen que tuvo problemas con Preston. Problemas de pasta.
-¿Dicen?
-En el bar, ya sabes.
-Bueno, no creas todo lo que dicen.
-¿No fue Preston?
-Si. Fue Preston. Es decir, Preston envió a alguien. Al menos, eso se oye por ahí...
-Entonces...
-No creo que fueran problemas de pasta. No creo que lo fueran, sinceramente. Más bien, el muchacho se metió donde no debía; O metió algo que no debía donde no debía, o en quien no debía.
-No me jodas... Según dicen, al pobre chico le cortaron... Joder... Con una puta cuerda de guitarra...
-A eso me refiero. Si hubiese sido cosa de pasta, habría perdido el dedo del slide... Creo que podrá seguir tocando, de todas formas.... Dentro de un tiempo.

bottom of page